viernes, 23 de octubre de 2009
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Acabo de ver el documental sobre el cambio climático Home
Creo que tendría que ser obligatorio para TODO el mundo verlo.
La verdad es que me ha dejado sin palabras. El que te digan tan claro que estás contribuyendo a la destrucción de algo tan valioso y bonito como la Tierra, pues la verdad es que jode.
Ya sabía de mi suerte de vivir en España y no por ejemplo en Nigeria, por las comodidades, lujos, veo muy difícil que yo o un conocido/familiar llegue algún día a pasar hambre o morir por falta de agua potable… pero somos nosotros, la gente de los países civilizados, de los que más estamos matando la naturaleza.
Hoy me tomaré más en serio el reciclaje, tampoco abusaré de la calefacción, no dejaré una luz encendida en una habitación vacía,… Y mañana espero hacer algo más que hoy.
jueves, 15 de octubre de 2009
Sísifo
Estos días me siento como Sísifo… Esto no acaba nunca… Tengo que concentrarme para que mi cuerpo haga ciertas maniobras, me arrastro vagamente por mi casa, que jamás me había parecido tan grande. Trago la comida sin ganas, veo la tele sin ver, mis oídos captan en la lejanía las palabras vacías de la gente que me rodea…
Estoy porque estoy, y no porque quiera estarlo.
Me pregunto ¿y los demás, dónde están? Ahora vivo en un mundo de fantasmas, donde todos nos apalancamos en esta oscura rutina…
Pero no… en algunos momentos mi mente tiene un segundo de lucidez, y mi otro yo me sugiere que el único fantasma apalancado soy yo.
domingo, 11 de octubre de 2009
Como la vida misma
En mi habitación tengo un bonsái bien bonito. Bueno, la verdad es que todavía le falta mucho para poder llamarlo bonsái, ahora es un maraña de ramas.
Tengo que encontrar un buen diseño para él… lo malo es que, cuando te decides por uno, casi tiene que ser el definitivo. Y cuando te pones a trabajar, si vas guiando las ramas has de hacerlo al punto correcto.
Pero lo malo es la hora de podar. Cuando cortas una rama, es para siempre.
Lo último que me pasó es que en un arbolillo me pasé cortando. Al cabo del tiempo y de observar bien dicha pieza me pregunté: ¿dónde está mi árbol imaginado? Es una pena el observarlo y no encontrarlo.
Como la vida misma.
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